Italia y su historia con el Espresso
En la danza incesante de sabores y rituales, Italia encuentra su pulso más apasionado en una taza de espresso. En un país donde el café no brota de la tierra, esta poción oscura se erige como la segunda más consumida después del agua, llevando consigo el peso de una tradición que trasciende el mero placer de beber.
El Poder del Nombre
Una sinfonía breve y intensa, servida con prisa y sorbida en un par de latidos. ¿Podría haber encontrado una denominación más apropiada que "Espresso"? El vocablo, que atraviesa fronteras antes de abrazar el italiano, tiene sus raíces en el inglés "Express", una palabra popularizada por los trenes veloces del siglo XIX que surcaban Europa con urgencia. No es coincidencia que los anuncios del espresso incorporaran la imagen de estos trenes.
La Maquinaria Maestra
Décadas y manos expertas fueron necesarias para dar vida a la máquina capaz de infundir, a presión elevada, el agua sobre el café molido. Cuatro maestros artífices marcaron la evolución:
1884 – Angelo Moriondo
1901 – Luigi Bezzera
1905 – Desiderio Pavoni
1938 – Achille Gaggia
El Valor Monetario
En 1911, el gobierno italiano impuso límites de precio, incluyendo al café entre los bienes esenciales. Algunos astutos dueños de bares, ante el tope gubernamental, comenzaron a cobrar suplementos por servir café en las mesas, desencadenando una migración de clientes a la barra. Aunque con el tiempo se levantaron los controles de precio, la costumbre persiste: el espresso se degusta de pie en la barra, con un precio que oscila alrededor de 1 euro, ya sea en las regiones más prósperas o en las más desfavorecidas.
El Vínculo Solidario
Nápoles, epicentro del espresso, redefine la experiencia. Más corto, más intenso, casi rozando lo ristretto. En esta urbe vibrante, surge la costumbre del Caffè Sospeso, o Café Pendiente. Al solicitar tu espresso, tienes la opción de dejar pago otro para aquel que lo necesite. El que llega sin un euro en el bolsillo puede preguntar discretamente por un café pendiente. La magia del anonimato se despliega: no saber a quién le estás obsequiando el café, ni quién te lo ofreció.
La Poción Perfecta
Italia, tierra de 30 millones de tazas diarias de espresso, define esta bebida con precisión exquisita. El Instituto Italiano del Espresso la describe como: "Una taza con unos 25 mililitros de café, adornada con una crema consistente de textura finísima, de color avellana con tendencia al marrón oscuro, avivada por reflejos leonados. El sabor tiene que ser redondeado, sustancioso y aterciopelado."
Más allá de esta institución venerable, ¿cómo describirías tu espresso ideal?